Nikolai Karpol: El oso que ruge
Juan Manuel Robles. Escritor/ El Comercio
En 1988, el asesino de las ilusiones peruanas se llamó Nikolai Karpol. Aquel entrenador soviético de vóleibol logró quitarnos el oro olímpico con la mejor de sus armas: los gritos. El vóley es un juego de sincronización, técnica y habilidad, pero al final de ese partido, mientras nuestras chicas recibían la plata del desconsuelo, nadie tuvo ninguna duda sobre quién era el responsable de la mayor desilusión de la historia deportiva nacional.
En 1988, el asesino de las ilusiones peruanas se llamó Nikolai Karpol. Aquel entrenador soviético de vóleibol logró quitarnos el oro olímpico con la mejor de sus armas: los gritos. El vóley es un juego de sincronización, técnica y habilidad, pero al final de ese partido, mientras nuestras chicas recibían la plata del desconsuelo, nadie tuvo ninguna duda sobre quién era el responsable de la mayor desilusión de la historia deportiva nacional.
Perú estuvo dos sets encima de la URSS y pudo liquidar el encuentro con algún mate mortal de la Tait, pero las soviéticas se hicieron gigantes y obedecieron al milímetro las órdenes turbadas de un señor que en sus ratos de calma solía referirse a ellas como "mis alumnas". Algunos percibieron en sus gritos un tono marcial. Pero hasta un comandante del Ejército Rojo hubiera sido más delicado: Karpol solo tenía tiempo para pensar en el exterminio.
Ese día, el ruso consiguió la medalla de oro olímpica con la URSS y empezó a construir su propia leyenda de ogro siberiano. Hoy, veinte años después, Karpol es una celebridad y múltiples foros de fanáticos del vóley reseñan sus triunfos (tres medallas olímpicas de plata, un campeonato mundial, diez campeonatos de Europa). Lo llaman 'The Howling Bear' ('el oso rugiente').
Pero Karpol no es un ogro ni un oso hambriento. No asusta a nadie. Desprovisto de la parafernalia deportiva, habla con calma, sonríe, accede a las fotos. Hace poco escribió su autobiografía "Lunáticos, eso es lo que necesito".
En un pasaje, da una explicación romántica a sus gritos: "Smirnova tenía una abuela a la que quería muchísimo. En el partido contra Perú en la final de Seúl, la chica era incapaz de bloquear la pelota. Simplemente, no funcionaba. En un intermedio, cuando Perú ganaba 2-0 y nos llevaba ventaja en el tercer set de 12-6, le pregunté: '¿Qué va a decir tu abuela si perdemos?'. De pronto, la chica se quebró y dejó soltar algunas lágrimas. Se lo pregunté de nuevo y empezó a llorar. 'Vamos, sal allí y juega por tu abuelita', le dije. Y jugó como nunca antes lo había hecho".
Retirado y ya viejo, Karpol también habla de las matemáticas en el vóley, del cálculo diferencial aplicado a la defensa y al ataque, del vóley como ciencia exacta: "Así, hemos organizado el juego de un modo en el que nunca nadie lo ha hecho".
Al leerlo, por lo menos queda una certeza de alivio: quien nos arrebató la medalla de oro fue un maldito genio.
Comentarios
We are free to inform you about launching a book on famous Russian coach, two times Olympic champion and three times silver medalist, World champion and three times bronze medalist, two times FIVB Coach of the Year, Hall of Fame member... Nikolai Karpol. The book is titled "Karpol: Lunatics - That's What I Need" and it is available at http://www.amazon.com/Karpol-Lunatics-Thats-What-Need/dp/9537093263/ref=sr_1_1?ie=UTF8&s=books&qid=1262465228&sr=1-1 or https://www.createspace.com/3416823
Happy New Year,
Kapitol Publishing House, Zagreb, Croatia and Tomislav Birtic, author
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